Descarga Eléctrica en Gases Encerrados

Elaborado en diciembre de 2023
Participan:
Sandra Sandoval Osorio, Liliana Tarazona Vargas y José Francisco Malagón Sánchez.

Los fenómenos relacionados con las descargas eléctricas en gases enrarecidos solo fueron posibles de ser observados en la primera mitad del siglo XVII,

cuando se inventaron y mejoraron las bombas de vacío y las máquinas electrostáticas. Los efectos observados en esos montajes y épocas se atribuían a efectos químicos generados por los gases enrarecidos y a la volatización por el calor de los electrodos metálicos.

En el siglo XIX, Faraday, Plücker y Hittorf, iniciaron una investigación para dar cuenta de estos fenómenos.

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Faraday (1849) empezó sus estudios con un instrumento de vidrio diseñado para hacer pasar chispas, descargas ramificadas, observar la iluminación y el brillo, etc. En éstos él investiga aspectos como si el fenómeno varía con el tamaño de los electrodos, con la distancia entre los electrodos (aspectos que ya había tenido en cuenta también para el caso de la descomposición de sustancias durante las electrolisis), si se electrificaban en primer lugar positivamente o negativamente,

la influencia de la cercanía de los electrodos al vidrio, el tamaño del instrumento de vidrio, el grado de rarefacción, la temperatura de la atmósfera, la cantidad de electricidad que pasa, el material de los electrodos, la mezcla de atmósferas diferentes.

Él pudo concluir de todos estos experimentos y preguntas que todos los fenómenos eléctricos dependen de la acción contigua de las partes del sistema y no de una acción a distancia.

Faraday afirma “mi teoría tanto como es posible, no pretende decidir sobre las consecuencias del vacío… yo pienso y he observado que todos los fenómenos eléctricos como inducción, conducción, aislamiento y descarga ocurren, que ellos dependen y son producidos por acciones contiguas de partículas de materia” (Faraday, 1849). De lo anterior, se puede suponer que Faraday piensa que no son posibles los efectos eléctricos en el vacío, pero que no es posible producirlo y por lo tanto dar cuenta de ello.

Entender esto (las descargas, los brillos y las zonas oscuras) es muy importante, es muy claro que en muchos de los experimentos y efectivamente en todos los que yo he realizado la descarga esta tomando lugar a través de las zonas oscuras del dieléctrico en una extensión igual a lo que ocurre en la parte luminosa. Esta diferencia en el resultado podría parecer que implica una distinción en los modos por los cuales las dos fuerzas eléctricas son llevadas al equilibrio en las respectivas partes; y haciendo extensivo más allá del fenómeno es dar una prueba adicional, que son las condiciones de las partículas del dielectrico a la que nosotros nos deberemos referir para hablar de los fenómenos de inducción y descarga, por lo tanto seria de gran importancia si nosotros sabemos precisamente en qué consiste la diferencia de la acción en las partes oscuras y luminosas. (Faraday, 1849, §1547)

Faraday, centrado en el problema de cómo esta actuando la corriente en las zonas claras y oscuras que se generan con las descargas, lo toma como un argumento para hablar de la teoría molecular de la inducción, que es un problema central para esta época y piensa que es un buen argumento por lo que señala:

La descarga oscura parece ser decididamente establecida. Pero este establecimiento es acompañado por pruebas que ocurren en diferentes grados y modos en los diferentes gases. Así entonces esta acción especifica, sumada a las muchas otras por las cuales las relaciones eléctricas de dieléctricos aislantes son distinguidas y establecidas y es otro elemento en favor de la teoría molecular de la inducción, la cual es en el presente objeto de examen. (Faraday, 1849, §1560)

Julius Plücker (1858) y su asistente Wilhem Hittorf (1853) continuaron casi tres décadas teniendo como punto central el proyecto de investigación de Faraday sobre la conductividad en gases enrarecidos.

Hittorf (1853) centra su trabajo sobre los rayos catódicos, como el aspecto más importante y significativo de los fenómenos de descarga. Estos trabajos llevaron a una gran y famosa controversia sobre la naturaleza de los rayos catódicos. Esta controversia era determinar si estos rayos eran partículas u ondas. Una respuesta aceptable a esta controversia solo fue posible a partir de los trabajos de JJ Thomson a finales del siglo XIX.

Por su parte, Plücker (1858) avanzó en análisis espectrales de diferentes gases y su estudio en relación con la conductividad. Con relación a esto Plücker afirma:

“la pregunta más difícil que surge sobre las descargas eléctricas a través de gases rarificados es la naturaleza de la sustancia ponderable, la cual da origen a una variedad infinita de fenómenos luminosos. […] Esta pregunta solo puede ser seguramente discutida en conexión con los análisis prismáticos de la luz que es generada, por este medio es posible dar cuenta de cualquier cambio repentino que pueda ser reconocido en las sustancias.” (Plücker, 1858, pág 414 – 417)

Referencias bibliográficas